Madre mía! La cena en el monasterio fue un delirio, con platos que me hicieron recordar la cocina tradicional de la zona, ¡todo deliciosamente presentado! Y el desayuno, ni te cuento, con café, zumo y una bollería que desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Además, la habitación era todo un hallazgo, silenciosa y hermosa, con un toque acogedor que no vi en muchos lugares. ¡Un finde de lujo!

Pero, ¡ay! Si sólo hablas español, te puede complicar un poco la cosa. Llegamos a las 15:30 y no había tapas ni snacks hasta las 20:30. Unas tapitas para matar el gusanillo hubiera estado genial, pero aun así todo brilló como el oro.

Mi veredicto final sobre esto

El entorno es impresionante, con una decoración que refleja la historia del lugar. Sin embargo, la experiencia se ve opacada por la ausencia de opciones en el restaurante. También, el desayuno carece de variedad y la falta de aire acondicionado genera incomodidad en habitaciones. Un punto positivo son las vistas al monasterio durante el atardecer.

* Entorno impresionante
* Habitaciones renovadas
* Personal atento

* Desayuno mejorable

El monasterio restaurado es impresionante, con decoración cuidada y áreas comunes amplias. Las habitaciones eran espaciosas y muy cómodas, ofreciendo un ambiente acogedor para relajarse después de un día explorando.

Unas sillas más cómodas serían apreciadas.

El monasterio está restaurado con características históricas encantadoras.

Estuve muy decepcionado con el servicio de comida. El desayuno era escaso y de mala calidad, con opciones limitadas y el personal no estaba atento en absoluto. Además, no reponían lo que se acababa en el buffet y el ambiente era desagradable con olores a comidas no deseadas.

Las instalaciones son entretenidas. Disfruté del ambiente tranquilo. Las actividades cercanas son interesantes. El personal es amable y atento. La wifi funciona bien.

La habitación era muy amplia, con camas cómodas y

el cuarto de baño grande y moderno. Disfruté del desayuno buffet que, aunque sencillo, tenía buena calidad. Sin embargo, el servicio en el bar fue un poco lento, lo cual afectó un poco mi experiencia general.

La habitación es amplia y cómoda. El desayuno tiene poca variedad y el servicio en la cafetería un poco lento. Las caminatas por los alrededores son muy agradables.

El restaurante no estaba disponible y hubo poco espacio para cenar.

El lugar es espectacular, habitaciones amplias y una vista del monasterio al atardecer que quita el hipo. ¡Ah, y la limpieza impecable!

El baño era tan amplio que probablemente podría haber tenido una fiesta, ¡pero no había suficientes invitados!

El lugar es increíble, con una decoración espectacular y unas vistas impresionantes. Arancha nos recomendó unos sitios maravillosos. Solo hubo un poco de lío en el desayuno, ya que el chico no daba abasto. 🍽️

Ideal para una escapada tranquila

Nos quedamos una noche en un antiguo monasterio convertido en hotel, realmente impresionante. Las habitaciones eran espaciosas, y la cama. oh, la cama era tan cómoda que casi no queríamos levantarnos. Además, el desayuno era correcto, tenía lo básico pero estaba bien, y el servicio era agradable. disfrutamos de la atención del personal, que incluso le trajo agua a nuestro perro en el bar.

No era barato, pero valió la pena.

La habitación era cómoda y tranquila, ideal para el descanso. Sin embargo, el desayuno podría mejorar, ya que le faltaba variedad y el servicio fue un poco lento. A pesar de eso, disfruté de la belleza del monasterio, que es un lugar encantador para una corta escapada.

La habitación familiar era bastante amplia y cómoda. Las camas estaban bien, lo que ayudó a descansarnos. me gustó la limpieza, estaba todo en muy buen estado. Las vistas al patio interior del monasterio eran tranquilas, pero un poco aburridas. No puedo quejarme del baño, estaba bien equipado. La decoración en toda la habitación combina un estilo rústico con un toque moderno, lo que le da un buen ambiente.